La ilegalización de la pornografía consiste en una serie de procedimientos jurídicos-legislativos en los que el Estado busca prohibir todo contenido pornográfico al alcance de su ciudadanía, con la intención de reprimirla sexualmente o prevenir o responsabilizar ciertas acciones penales.
Las controversiales leyes Stop Online Piracy Act (SOPA) y PROTECT IP Act (PIPA) fueron presentadas al Congreso de los Estados Unidos en 2011, con el fin de detener la piratería en internet y resguardar los derechos de autor, lo que a la vez suponía un duro combate contra los contenidos pornográficos.