Asimismo, fue conocido por su devoto activismo en contra del fascismo.
En sus primeros años como literato, este poeta ya estuvo conectado e identificado con Eugen Lovinescu, escritor rumano de la época.
Su poesía, sobre todo al principio, poseía un tono pasivo, indolente y casi atrabiliario.
Visitó Rumania, su país natal, en enero de 1946, y fue aclamado por sus escritos y por sus poemas, mayormente surrealistas así como también por su activismo antifascista.
Ilarie Voronca nunca terminaría de escribir su "Manual para una felicidad perfecta" (en francés original: Manuel du parfait bonheur), puesto que se suicidaría en abril de ese mismo año.