Dos años más tarde llegó a las Filipinas.
Comenta también como la inmigración de chinos es desastrosa y mala para la moral de la gente del lugar, por lo que debiera ser frenada.
[4] Durante su breve mandato queda restablecida la Inquisición.
En una segunda carta de fecha 26 de julio, vuelve a quejarse del Gobernador General, solicitando al rey su regreso a la península, ya que no podía convivir con Tello.
Le sucedió en la silla episcopal Miguel de Benavides y Añoza.