Ignacio Risso empezó jugando como volante en las formativas de Miramar Misiones, lo que según él, explica porque le gusta dar más asistencias que goles y de cómo muchos entrenadores le piden siempre "más egoísmo".
Gracias a su altura e instinto goleador Ignacio fue avanzando posiciones hasta convertirse en delantero centro y así debutar en la primera de Miramar.
Del fútbol argentino pasó al ecuatoriano para sumarse a Liga de Quito, dónde le fue bastante mal, e hizo apenas 3 goles en 21 partidos disputados.
'Nacho' se fue a Chipre para jugar en el Apollon Limassol, donde tuvo un gran registro de 23 goles en 53 partidos.
En su nuevo club, Defensor, Ignacio tuvo un grandísimo desempeño, jugando 181 partidos y metiendo 52 goles.