En ese momento la Iglesia Cristiana Reformada adoptó tres puntos doctrinales sobre el tema de la gracia común.
Entonces cuando dijeron que no pudiesen mantener esos puntos, fueron sancionados por medio de suspensión o deposición del pastoreo por sus respectivos Consejos.
Las IPR creen que esas posiciones son contrarios a los Confesiones Reformadas y las IPR no niega la necesidad de predicar el evangelio, y por eso también mantiene que no se debe referir a la negación de esas posiciones como Hiper-Calvinismo (véase Hyper-Calvinism and the Call of the Gospel por David Engelsma).
En los primeros años 1950, las Iglesias Protestantes Reformadas soportaron una controversia doctrinal interna y severa con respecto a la incondicionalidad del Pacto de Gracia.
La denominación hoy en día sigue enseñando que Dios establece y mantiene su pacto sin condiciones sólo con sus elegidos.
También usan la Biblia del rey Jacobo (King James Version of the Bible), pero los miembros pueden usar cualquier otra traducción.
Las PRC sostienen que Dios ha dado las "llaves del reino de los cielos" (Mateo 16:19, que se entiende generalmente como la autoridad de predicar el evangelio y hacer disciplina eclesiástica) a la Iglesia instituida, no a la denominación.
Por eso, en las PRC solo una iglesia instituida puede poner a un miembro o anciano bajo disciplina.
Actualmente las IPR tienen misiones en algunos lugares dentro de los Estados Unidos y recientemente organizaron una congregación en las islas Filipinas, donde tienen dos misioneros.
[4][5] Para lograr eso, los padres Protestantes Reformados mantienen doce escuelas primarias y dos colegios para enseñar a unos 1 500 de sus hijos.
[6] David Engelsma, Profesor Emérito del Seminario Protestante Reformado, escribe: "Even though home-schooling of their children might be possible for a few, specially gifted parents whose circumstances provide the time that is needed, home-schooling is still not an option".