El templo tiene una edificada en el siglo XVI, añadida a la cabecera gótica, único elemento con el que contaba la iglesia a finales del siglo XV.
La primitiva cubierta de la nave era de madera, la cual persistió hasta que a mediados del siglo XVIII se acometieron las importantes obras barrocas que dieron al edificio su aspecto definitivo, sustituyéndose por la actual bóveda de cañón con lunetos.
Entre sus contenidos artísticos se cuentan diversos retablos barrocos, habiendo desaparecido el mayor, obra del siglo XVI compuesta por 24 tablas góticas atribuidas a Antón de Madrid o Estacio de Bruselas, de las que únicamente se conservan dos representando a San Pedro ad Vincula y San Juan Bautista.
El retablo mayor, policromado, está presidido por San Pedro sentado en su cátedra y por la Inmaculada Concepción.
[1] La torre es de fines del siglo XV y comienzos del XVI, se alza a los pies y presenta sucesivos cuerpos almenados que perfilan su aspecto de fortaleza, lo que se encuentra también en otros templos de la Tierra de Barros.