Las obras comenzaron pero progresaron a un ritmo muy lento, quedando interrumpidas en el siglo XVI, cuando sólo se había completado la capilla mayor e iniciado la caja de muros.
Será ya en la segunda mitad del siglo XX cuando, por iniciativa de la Diputación Provincial de Cáceres, y respetando los proyectos de Juan Bravo, se finaliza el templo.
El edificio tiene dos capillas, a ambos lados del presbiterio, cubiertas las dos con crucería estrellada.
La Iglesia presenta el coro a los pies, con frente formado por arco rebajado y sotocoro con crucería.
En dicha capilla, que fue realizada por Alonso Hipólito, se encuentra en un retablo barroco una talla de la misma época, la imagen del Cristo de la Expiración.