Tiene un ábside semicircular con una ventana románica en el centro y un alero con canecillos labrados.
Todo el ábside está revestido de piedra sillar.
En el exterior destacan la espadaña, exenta pero adosada, con arcos apuntados para cobijar tres campanas y la portada románica con cinco arquivoltas también apuntadas como corresponde a la transición de ambos estilos.
En el interior, tanto la nave como el presbiterio están cubiertos con artesonado.
En 1623 se construyó una capilla lateral cubierta por una bóveda.