[1] La iglesia de Santa Marta fue erigida en los siglos XII-XIII en honor a Marta de Betania, según la leyenda local llegada de Palestina con las Tres Marías (o Santas Marías) y que domesticó a la Tarasca, un monstruo anfibio que aterrorizaba a la población de Tarascón.
En sus extremos, está sostenido por dos elegantes columnillas soportadas por cabezas de bovino.
La cripta, reconstruida en el siglo XVII contiene un altar prerrománico y el mausoleo de santa Marta.
Su buffet es uno de los mejores bufetes luiscatorcianos de Provenza[3] y el único buffet policromo que se conoce del constructor Charles Boisselin.
Es monumento histórico al título inmueble por destino, por la lista 1840.