Iglesia de Santa Liberata

En el lugar donde se levanta en la actualidad el complejo religioso, existió, previo a la construcción del templo, un huerto de naranjos.

El presbítero accedió gustosamente, porque además el solicitante al parecer era de buenos modales y costumbres; pero es el caso que en una pequeña distracción del párroco, por su confianza extrema en los fieles, había desaparecido el copón de oro que contenía las hostias consagradas para los diversos templos de Lima.

Con la finalidad de que se cogiera al ladrón, el entonces Virrey del Perú; Diego Ladrón de Guevara, ordena ir tras el criminal, en una tenaz persecución mediante alguaciles, oficiales y oficios, entre otras medidas que tenía a su alcance.

Dos años después se construyó allí el Templo de Santa Liberata.

Se le denominó a la edificación religiosa el nombre de Santa Liberata, por ser la patrona tutelar del pueblo natal del virrey, la ciudad española de Sigüenza.