Destaca por situarse sobre la población, a media altura en el cerro en el que se encuentra la Atalaya de Velamazán.
Fue construida en el siglo XII junto a una torre de origen bereber que se reaprovechó como campanario considerándose por ello como una iglesia-fuerte.
Fue construida en el siglo XII junto a una torre de origen bereber que se reaprovechó como campanario.
A principios del siglo XIX la iglesia ya no tenía culto ya que Madoz se refiere a ella como "tuvo otra iglesia de San Sebastián, donde hoy se halla el cementerio público, conservándose todavía la torre".
La iglesia ha perdido la techumbre, que debió ser de madera, y es utilizada en la actualidad como cementerio.