Esta iglesia, denominada la iglesia vieja, además de acusar el paso del tiempo se había quedado pequeña ante el aumento del vecindario, con lo cual a finales del siglo XVIII se necesitaba construir un nuevo templo que diera cabida a toda la vecindad y que sustituyera a la ruinosa iglesia vieja.También se obliga al Marqués de Santa Cruz a pagar 12000 reales, con la amenaza de que si no pagaba perdería el patronato sobre el templo, cosa que terminó ocurriendo.Tras el final de la guerra civil española se construye un retablo mayor para sustituir al destruido.El templo es demasiado grande con respecto a otros próximos, al igual que sus dos torres.La entrada, simple ahora, antaño contaba con un pórtico derruido a mediados del siglo pasado.En el interior se diferencian claramente tres naves, separadas entre sí por grosas columnas.