[1] Su origen se remontaría al siglo XII.[2][3] Es otra de las iglesias románicas de la ciudad, y ya hacia 1906 solo conservaba una nave, dos ábsides en buen estado y una torre rebajada.En ella iglesia habría sido bautizada Isabel Alvarado y Avellaneda.[3] Gil y Fidalgo citaba a comienzos del siglo XX, como colección de la iglesia, diversas pinturas y esculturas, entre ellas de san Pedro, san Pablo y san Gerónimo.Los mejores cuadros serían para este autor un crucifijo y un San Julián.