La Iglesia de San Miguel de Sevilla (Andalucía, España) fue una antigua e importante parroquia existente en el centro de la ciudad, que fue derribada en 1868.
Se encontraba situada en parte del espacio comprendido entre la plaza del Duque y las calles Jesús del Gran Poder, Aponte y Trajano.
Sin embargo en 1871, todavía no había terminado el derribo.
Era un templo de piedra y ladrillo con tres naves de longitud desigual y con la central de mayor anchura, que se cubrían con bóvedas de crucería, y un profundo presbiterio, que contó con dos retablos mayores sucesivos, uno realizado por Francisco Dionisio de Ribas, de 1675, y otro de Juan de Astorga, de 1829, cuya figura central constituía una talla del arcángel San Miguel realizada por Ribas, que actualmente pertenece a la cofradía del Silencio.
En su exterior, contaba con tres puertas, dos laterales y otra a los pies del templo.