La segunda hipótesis defiende que el templo nunca se ha movido de lugar y siempre ha estado situado en el centro del pueblo.
La iglesia actual está documentada desde el siglo XIV bajo el patronazgo de San Bartolomé.
La fachada está rodeada de una calle empedrada que se encuentra elevada respecto a la calle y que se accede a través de tres escalinatas con doce escalones.
Presenta una sección cuadrada con cinco cuerpos y coronado con un quinto con arcos ojivales por los lados.
En los laterales se encuentran seis capillas por lado con entrada de arco ojival.
Encima presenta un órgano del siglo XVII y algunas telas de profetas pintadas por Jaume Martorell el 1775.
El día del patrón (24 de agosto) los cossiers vuelven acompañar el clero y las autoridades hasta el templo para celebrar la misa solemne.