[1] Mediante un proyecto encargado al obispo de Guadix pudieron ser reconstruidas.
Así, a este templo se le pudo añadir una torre que cumpliría la doble finalidad de servir como campanario y, a la vez, convertirse en refugio en caso de la presencia de navíos berberiscos en las costas cercanas.
[2] El mal estado del edificio en el siglo XIX llevó a su arreglo y ampliación durante el obispado de José María Orber.
Llegada la guerra civil española, la iglesia fue quemada, aunque se pudieron salvar alguno de los objetos que había en su interior.
Asimismo, su párroco en el momento, José Cano García, fue asesinado en el mismo contexto.