[3] En el año 1493 el templo ya se encontraba abierto al culto, aunque aún tardaría años en concluirse.
[3] Por los efectos de dicho terremoto se produjeron importantes daños, desplomándose la nave principal del templo (con la muerte de dos fieles) y quedando el resto del edificio en muy malas condiciones.
[10] pudiendo así contar con los derechos que se otorgan con esa designación, como poder lucir en el altar mayor dos signos de la dignidad papal y la unión con la Santa Sede.
[10] En su exterior, junto la entrada principal hacia la iglesia se encuentra a la derecha de esta una pequeña torre en el cual se encuentra un reloj, y sobre la entrada principal el campanario compuesto por cinco campanas de distintos tamaños, cuatro en la parte interior y una pequeña en la parte superior.
En las paredes de estos pasillos, a distintos nieles se pueden observar los nichos.
En la parte superior de estas paredes también se encontraron vasijas de barro y recipientes que quizás sirvieron para quemar incienso y/o portar la cal que luego vertían sobre los cuerpos.