Idilios del rey

No hay transición entre los idilios, sino que la figura central de Arturo une todas las historias.

En el libro de Malory es condenada a ser quemada en la hoguera por su infidelidad, pero es rescatada por Lanzarote, mientras que en los Idilios, Ginebra huye a un convento, más tarde es perdonada por su marido, se arrepiente, y sirve en el convento hasta que muere.

[1]​ Al principio de la obra, aparece la Dama del Lago, que rapta al príncipe Lanzarote cuando es un niño, para criarlo en su reino fantástico que se halla bajo el lago.

Él está convencido de que Arturo es noble y acepta la propuesta.

Gareth, el hijo menor del rey Lot y Bellicent (Morgause) sueña con ser caballero, pero se siente frustrado por su madre.

Gareth es secretamente nombrado caballero por Arturo, que da órdenes a Sir Lanzarote de vigilarlo.

En su viaje se prueba a sí mismo una y otra vez, pero ella sigue menospreciándolo.

Los hermanos Sir Balan y Sir Balin (este último apodado «el Salvaje») vuelven a la corte del Rey Arturo después de tres años de exilio, y son acogidos con mucho cariño.

Avergonzado de su temperamento, deja el escudo coronado en un árbol, donde una joven llamada Vivien y su escudero se lo encuentran.

El choque de hermanos es mortal, y se reconocen demasiado tarde.

Al morir, Balan asegura a su hermano que su Reina es pura y buena.

Vivien no logra seducir al rey, que se burla ella, y vuelca su atención en Merlín.

Cuando él le dice que su amor no puede ser, desea la muerte.

La sala se agita con el trueno, y una visión del Santo Grial pasa ante los caballeros.

Cuando vuelve Arturo, escucha las noticias apenado, ya que perderá a sus caballeros.

Galahad, dice que podrá llegar al Grial, y tal vez Perceval y Lanzarote, pero los otros caballeros son más adecuados para el servicio físico que para lo espiritual.

Lanzarote encontró una gran escalera de caracol, y subió hasta que encontró una sala que estaba caliente como el fuego y vio el Grial envuelto en un pañuelo de seda.

Arturo organiza un «Torneo de la Juventud», en el que no se permite luchar a los guerreros veteranos.

La sigue a su castillo, donde por una visión dócilmente se deja atar y maltratar por sus caballeros.

Él deja su espada en la garganta para mostrar que, si no fuera porque es caballero, lo habría matado.

Rompiendo la tradición, se declara con rudeza a las damas que la Reina de la Belleza no está presente.

Está en una estancia tenuemente iluminada, asistida tan solo por una doncella, recordando los hechos que provocaron su caída.

Sir Lanzarote lo descubre, pero no sabe quién es puesto que lleva la túnica verde como el resto de caballeros.

Mordred le guarda mucho rencor a Lanzarote, y cuando este le cuenta a Ginebra lo acontecido el primero de mayo, la reina se asusta, y es incapaz de dormir por las noches, prevé que Mordred no parará hasta exponer su pecado.

Los amantes cabalgan juntos hasta una encrucijada, donde se separan entre llantos y besos.

Ginebra sirve en la abadía, luego será elegida abadesa, y morirá tres años más tarde.

Sir Bedivere se resiste dos veces, pero obedece a la tercera vez y es recompensado por la visión de un brazo vestido con seda blanca que se eleva desde el agua para coger la espada(Probablemente la Dama del Lago).