Iconografía musical

Su importancia radica en su naturaleza virtual, que puede ayudar a comprender cualquier cultura musical o, incluso, ser la única fuente de documentación existente.

Además, puede contribuir significativamente en labores ajenas a la disciplina, tales como aspectos sociales referentes a la música, organología y técnicas interpretativas, el entorno físico en el que se interpreta un determinado repertorio, y otras áreas del conocimiento.

No siempre se consigue solucionar los problemas musicológicos que conlleva la falta de fuentes más directas, aunque si que ayuda a resolver la mayoría de ellos.

Además, a la hora del estudio del contexto social de la música, responde a preguntas que otras fuentes más habituales serían incapaces de responder, por ejemplo las relativas a la vestimenta de los intérpretes, su posición, su edad, su actitud, los lugares en que tocan la actitud del público, etc. Una información que no figura ni en los instrumentos, ni en documentos musicales como las partituras.

Por otra parte, la iconografía musical puede ser un recurso didáctico útil en distintos niveles de la enseñanza.