Ibrahim ibn Tasufin murió en Orán en 1147 luchando contra las tropas almohades, que ya habían vencido ante Tremecén.
Se hallaba en Marrakech, la capital almorávide, cuando en abril del 1145 llegó la noticia de la muerte de su padre en Orán.
[1] Fue proclamado emir inmediatamente, aunque dada su juventud —debía de tener por entonces nueve o diez años— e incapaz para llevar los asuntos de Estado, fue depuesto al poco tiempo.
[2] Ishaq ya había intentado hacerse con el poder antes: con el respaldo de su madre, había tratado infructuosamente de que su padre Alí ibn Yúsuf lo nombrase heredero, en vez de a Tasufin ben Alí ben Yúsef.
[2] Él mismo tampoco era mucho mayor que este, pues apenas había alcanzado la pubertad —debía de tener unos quince o dieciséis años—.