En junio de 1977, Norlin Corporation (empresa emparentada con Gibson) decidió entablarle una demanda a Ibanez.
Dentro de la serie hay tres construcciones posibles: Las configuraciones 2 y 3 puede encontrarse solamente en los modelos ST100 en adelante.
Esta característica permite al guitarrista ajustar la altura del puente a su gusto y luego fijarlo.
Las líneas claras, los controles simples y el sonido crudo colocan a estas guitarras en un lugar privilegiado por sí solas.
Combinado con la respuesta de los micrófonos V2, el sistema EQ-2 le permite conseguir al guitarrista el sonido exacto que busca.
Los potenciómetros asociados a este sistema poseen una muesca en el interior del eje de rotación que le da al guitarrista una referencia rápida para ubicar la posición central.
Este sistema se basa en que cada micrófono está cableado a una llave individual Tri-sound de tres posiciones.
Moviendo estas llaves se logra utilizar cada micrófono en una de las siguientes modalidades: Las guitarras equipadas con este sistema cuentan en total con quince diferentes seteos tonales posibles (utilizando para conseguirlos no solo los switchs tri sound, sino también la llave selectora común).
Este modelo cuenta con una banda de goma rugosa en su contorno que aumenta la fricción entre los dedos y la perilla.
Esta característica evita por un lado que los dedos se resbalen en ciertas ocasiones y permite además la realización de diferentes técnicas (como por ejemplo el efecto violín).
Los utilizados para las guitarras Studio fueron los estuches rígidos multifunción, que Ibanez conocía como "The Vault" (La Bóveda).
Por este motivo, pueden encontrarse alrededor del mundo diferentes modelos que varían en forma y color.