Estas mantis prosperan en las áreas húmedas y cálidas de dichas selvas del sudeste de Asia.
Esta especie se caracteriza por su hermosa y brillante coloración, así como su inusual forma; Sus cuatro patas andadoras recuerdan los pétalos de una flor, y la coloración de los cuerpos suele hacer juego con la del medio ambiente en el cual se desarrollan.
Las ninfas jóvenes recuerdan a chinches depredadoras (familia Reduviidae) cuya picadura es muy dolorosa.
Su color varía aleatoriamente entre blanco, magenta o incluso amarillento.
El mimetismo con las flores es considerado un caso de mimetismo agresivo, que les permite engañar a sus presas y acercarse a ellas.