Todo el mundo conoce al soldado más poderoso, el mago de las cuchillas de hielo, que llevó al país a la victoria hace tres años, pero pocos conocen su verdadero nombre: Ray White.
Tras superar una sangrienta guerra, Ray se matricula en la Academia Arnold, dispuesto a experimentar una vida normal, un lujo que nunca tuvo.
Una pequeña niña semielfa de la misma clase que Ray y Amelia.
Tiene una personalidad tímida y sombría, tanto que incluso Ray no se dio cuenta de su existencia al principio.
No habla mucho sobre sí mismo, tiene una personalidad esquiva y tiene un comportamiento tranquilo.
Una estudiante que nació en una famosa familia noble y admira a Amelia.
Ella tiene una extraordinaria cantidad de afecto y confianza en sus coletas características, hasta el punto de que se llama a sí misma "una mujer que ama a las coletas y es amada por ellas".
Además, le encantan los insectos en general, por lo que se siente aislada en clase.
Por lo general, tiene una personalidad obstinada, pero también tiene un lado lindo que cambia su expresión de vez en cuando.
Hace unos años, durante la guerra en el Lejano Oriente, lideró la línea del frente, pero resultó herida en las etapas finales de la batalla.
Ella adora a su discípulo Ray y lo cuida mientras disfruta de su juventud en la academia.
Hasta hace unos años, se paraba en el campo de batalla como una maga perteneciente a las fuerzas armadas, e incluso ahora, después de jubilarse, ostenta una habilidad que hace honor a su apodo.
Se especializa en magia que utiliza alucinaciones para manipular la percepción y la memoria de los demás.
No le importa que Ray sea un plebeyo, y el primer día que lo conoció, se convierte en su compañero de entrenamiento muscular y entrenan juntos todos los días.
Es sencillo pero extremadamente amable, y está dispuesto a arriesgar su vida por el bien de sus amigos.
Su odio hacia Ray aumentó cuando este lo derrotó en un duelo, por lo que es manipulado por Helena, dándole más poder.
Cuando conoció a Ray por primera vez, se sonrojó cuando éste la tomó de la mano para que no se cayera al piso, pero al enterarse de que es un plebeyo, Zina comienza a despreciarlo.