Su desplazamiento progresivo a aguas más frías y un ambiente más estable propiciaron su tendencia debilitatoria después del pico de intensidad y a inicios del 8 de septiembre, el sistema no mantuvo más suficiente convección para ser considerado como ciclón tropical.
Debido a la cizalladura de viento moderada al noreste, se predijo una modesta intensificación.
[16] A pesar de haber permanecido en la costa Mexicana, las clases en Manzanillo fueron suspendidas por un día.
[17] Una alerta amarilla o moderada fue activada en los estados de Sinaloa, Nayarit y Jalisco.
En otras partes, una alerta naranja o elevada fue emitida para las islas Socorro, San Benedicto y Baja California Sur.
[26] Un hombre murió en Mazatlán, Sinaloa luego de ser arrastrado por al corriente y dos mujeres en Chihuahua mientras conducían en una colina inundada.
Ésta inundación dañó 2.500 casas y dejó a 2.500 personas sin hogar, aproximadamente un tercio de su población.
[24] Alrededor de 70 motociclistas resultaron lesionados en la ruta 74 debido a las inundaciones.
Además, todas las autopistas a través de Inland Empire fueron inundadas.
También fue la precipitación más alta en un día calendario, pero corto en un total de 24 horas.
[36] En medio condado, a 10.000 clientes les fueron suspendidos el servicio de energía eléctrica.
[36] Dos mujeres perdieron la vida, una en el Pinal County y otra en Tucson; ambas fueron arrastradas por las corrientes en sus vehículos.
[39] En Nevada, las precipitaciones acumularon 101 milímetros en un breve tiempo, causando la peor inundación en Moapa Valley desde 1981.
[40] El costo de reparaciones en la vía podrían haberse estimado en USD $5 millones.