Hugo Longa
Durante casi 10 años trabajó como bancario, teniendo el arte en un segundo plano, hasta que un marchand adquirió su producción de un año completo, consistente en 12 cuadros, 28 lienzos, 30 acuarelas y 10 objetos.[3] En 1979 integró el envío uruguayo a la Bienal de San Pablo junto con Miguel Battegazzore, Francisco Matto, Américo Sposito y Carlos María Tonelli.En 1987 obtuvo el Premio Fraternidad de la B'nai B'rith Uruguay.[4][5][6] Ejerció la labor docente desde su propio taller de enseñanza, y varios de sus alumnos integran la nueva generación de artistas uruguayos, como Margaret Whyte, María Clara Rossi, Gustavo Tabares y Fernando López Lage.En sus collages y ensamblajes explora mundos imaginarios donde lo fabuloso da espacio a cuotas surrealistas y referencias del arte pop con un poderoso sentido del humor.