Viajó a Japón como misionero católico en 1929 y se interesó en las prácticas budistas de ese país.
[2] En 1956, Enomiya-Lassalle comenzó a estudiar Zen con Harada Daiun Sogaku.
Yamada estaba entusiasmado con las posibilidades del Zen como práctica cristiana, creyendo que "el Zen se convertiría algún día en una corriente importante en la Iglesia católica".
[4] Con la ayuda activa de Enomiya-Lassalle, atrajo a varios sacerdotes y monjas católicos como estudiantes.
Después de 1968, Enomiya-Lassalle pasó gran parte de su tiempo en Europa dirigiendo retiros zen (sesshin) y fomentando la práctica del zen entre los cristianos.