Hizo las inferiores en Independiente Rivadavia, club en que debutó en 1968, un año más tarde pasó a jugar en el Deportivo Guaymallen y en 1971 volvió al Azul, esta vez para meterse en la historia grande del club.
El Gringo fue un duro y aguerrido lateral derecho que suplantaba su poca habilidad con amor a la camiseta.
Me afecta mucho porque siempre estaba al lado de todos los que lo necesitaran, sonriente y gentil, incluso en las últimas épocas, donde sobrellevaba con entereza su enfermedad.
Fue mucha la incertidumbre hasta que el Gringo se puso el buzo de arquero, se mandó al arco y atajó el penal para que fuese victoria de Independiente.
[1] Este episodio desató una locura general por parte de la parcialidad Leprosa, Memoli tiró la pelota a la calle Minuzzi y dio media vuelta a la cancha.