Desde los cerros que componen buena parte de la ciudad, numerosas masas de pobladores descendieron al plan y procedieron a saquear e incendiar inmuebles.
[1] El Estado reprimió con dureza estas acciones, al punto que se constataron 50 muertos y 200 heridos.
[1] El almirante Arturo Fernández Vial fue designado por el presidente Germán Riesco para frenar a los revolucionarios.
[2] El escritor modernista chilote Antonio Bórquez Solar, conmovido por los hechos, dedicó el poema "Los huelguistas" a los trabajadores asesinados durante estas protestas.
Este texto fue incluido en su libro "La floresta de los leones".