Walter sirvió al rey Enrique II de Inglaterra en muchos aspectos, no sólo en la administración financiera, sino que también en los esfuerzos diplomáticos y judiciales.
Como recompensa por su servicio fiel, Walter fue seleccionado para convertirse en arzobispo de Canterbury en 1193.
[3] Un hermano menor, Osbert, se convirtió en una justicia real y murió en 1206.
Roger, Hamo (o Hamon) y Bartholomew sólo aparecen como testigos de cartas.
Los historiadores modernos han descontado esto, pues la lista también incluye a benefactores, no apenas a estudiantes; Otras pruebas apuntan al hecho de que Walter tenía un pobre dominio del latín y no se consideraba un hombre culto.
El rey lo empleó en varias tareas, incluso como un negociador, un juez, y como un secretario real.
[12] Al mismo tiempo que administraba York, Walter fundó una casa Premonstratense de canónigos en una propiedad comprada en West Dereham, Norfolk en 1188.