Huari o antiguamente Guari (en lenguas indígenas Wari) fue una divinidad preincaica y se ha afirmado que fue el principal de la cultura chavín.
[4] Según el especialista en quechua César Itier, wari sería un derivado de waray.
En consecuencia, los Huari fueron los que designaron a los Yaros como Llacuaces (pueblo bárbaro o invasor).
Con respecto a los Yaros, se menciona que los primeros de ellos habían sido creados por el Rayo.
Estos primeros Yaros eran invisibles, aunque a veces se dejaban ver, y andaban por debajo de la tierra.
Con esas “cuchilladas aparentes sacavan los dichos ministros culebras, arañas y otras sabandijas”.
[6][12] Según el padre Arriaga, la población huari invocaba al dios Huari, al cual lo consideraban como "el dios de las fuerzas", cuando han de hacer sus chacras o casas para que se las preste.
Estos indios idearon edificar una gran casa con una trampa para ofrecer al dios a holgarse en ella.
Acto seguido, el dios Huari disimuló caer en el engaño e hizo juntar a todos los indios y/o huacas en el lugar señalado y ahí las convirtió a todas en piedras de varias figuras: pumas, osos, etc. Y desde ese entonces, todas quedaron hechas de piedra, dejando a esta formidable casa en gran veneración y la llamaron la casa de las huacas.
[2] El ya mencionado cura, Estanislao de Vega Bazán, ofrece más información sobre Huari.