Los sones arribeño y huasteco se diferencian entre sí porque el primero cuenta con instrumentación de cuatro o hasta cinco músicos en ocasiones.
Comúnmente dos tocan los violines (el ritmo de la danza lo manda este instrumento), uno la quinta huapanguera y otro la vihuela (típica del son arribeño).
En el son huasteco, no hay una manda específica porque quienes lo tocan forman sólo un trío, algunas veces manda el baile el violín y otras la jarana (típica del son huasteco).
Aunque ya fallecidos, durante el siglo XX sus aportaciones poéticas y musicales, marcaron un estilo que continúa hoy en día.
Actualmente el son arribeño tiene grandes representantes como Guillermo Velázquez o el Dr. Chessani quienes han llevado a diversas partes del mundo este hermoso y tradicional estilo musical.