[1] En conjunto posee un alto valor paisajístico, al estar constituido por una profunda depresión instalada en la vertiente norte de la sierra del Arzorllar, contrastando la pared cuarcítica que limita la Hoya por el sur, con el anillo de tobas y la oleada piroclástica hacia el norte, reconociéndose todos los elementos del maar, e incluso la laguna temporal que se forma en el interior el cráter en época de lluvias.
[1][2] Tiene un cráter de 1 km de diámetro y una profundidad de 140 m. Se trata del cráter de un pequeño cono volcánico, con una pared medio derrumbada, con el valle redondeado mirando hacia el N, donde sale los restos del flujo piroclástico del volcán.
Sus erupciones fueron freatomagmáticas, donde expulsaron lavas viscosas hacia el río Jabalón, que se sitúa a sus orillas.
La colada de lava se junta con el del volcán de El Aprisco En las cercanías del Cervera, se encuentra el volcán El Aprisco, que se trata de un antiguo estratovolcán.
Al SO del Aprisco, y casi al lado, se encuentra un pequeño cono volcánico que se considera la última erupción de El Aprisco, este cono volcánico es llamado como Cerrilos del Sapo.