Este grupo fue encabezado por Alejandro Echavarría Isaza, quien afirmó "...he resuelto fundar un hospital, pero un hospital grande, muy grande, que tenga siempre la capacidad suficiente para albergar a todo hijo de Antioquia y del resto del país que necesite de sus servicios".
La construcción se llevó a cabo básicamente con fondos provenientes de la filantropía.
Pero gracias al apoyo de los antioqueños, el sector empresarial, del Estado y de la sociedad en su conjunto, y esfuerzos institucionales se pudieron reconstruir las áreas afectadas.
Su construcción se inició en 1913, en un terreno que para aquellos tiempos se encontraba en las afueras de la ciudad, teniendo en cuenta las por ese entonces nuevas normas europeas de arquitectura hospitalaria, en lo tocante a distribución de los pabellones y al espacio que debía tener cada paciente.
Entre los hitos más importantes se encuentran: En 1998, cuando el hospital celebraba sus 85 años, avanzaba ya la construcción del Centro Internacional de Diálisis y Trasplantes, mediante un convenio con la empresa alemana Fresenius Medical Care se construyó el más moderno edificio de América Latina dotado de alta tecnología para la atención del paciente renal sometido a tratamiento de diálisis y trasplante.