En 1980 dejó la dirección a su madre Käthe Dassler tras cuya muerte él fue presidente del consejo de la empresa desde 1985 hasta 1987.
Tenía amigos influyentes del deporte por todo el mundo y en la política, por lo que trató de usar estos contactos para la empresa Adidas.
A Horst Dassler se le conoce por ser el padre del patrocinio deportivo.
Con Patrick Nally empezaron a adquirir patrocinios de empresas 'de primer orden' como Coca-cola.
Sus prácticas de negocio tenían pocos límites y David Yallop en su libro Cómo ellos robaron el juego, dice que su relación con Havelange consistía en "manejar las marionetas".