Hornimans
Hasta 1826, solo se vendían tés de hoja suelta, permitiendo que comerciantes inescrupulosos aumentaran su ganancia añadiendo otros elementos como recortes de setos o polvo.Esto causó cierta consternación entre sus competidores, pero para 1891 Horniman era el mayor negocio de té en el mundo.Friedrich Nietzsche menciona en su correspondencia privada que era su té favorito.[2] En los años 1870, el negocio fue asumido por su hijo Frederick John Horniman (1835-1906), quién posteriormente invirtió gran parte de su fortuna en fines sociales.[4] Sin embargo, Hornimans sigue siendo una marca popular de té e infusiones en España y en Uruguay.