Discípulo de Juan Manuel Blanes, el estado uruguayo le otorga en 1885 una beca por 5 años para continuar sus estudios de pintura en Europa.
[3] A su regreso se radica en Montevideo donde alterna su actividad como pintor con la docencia, dando clases de dibujo en el Internado de Señoritas y enseñando en su estudio particular.
[4] Vuelve a Minas en 1898, donde pinta gran cantidad de retratos de vecinos del lugar y cuadros por encargo.
[5] Regresa a Montevideo, pero su enfermedad progresa rápidamente.
[5] Paisajista y pintor costumbrista, fue junto a Carlos María Herrera, atento y sensible observador de los últimos gauchos, de quienes plasmó distintos aspectos de su vida en varias obras.