El accidente fue causado por un trozo de cinta adhesiva que se dejó sobre los puertos estáticos (en la parte inferior del fuselaje) después de limpiar el avión, lo que provocó el accidente.
Un empleado había dejado la cinta puesta y fue acusado de homicidio por negligencia.
Esto suele ocurrir cuando se ejercen profesiones relacionadas con el área de la salud (medicina, odontología, etc.) bajo intrusismo, es decir, sin tener la debida titulación, capacitación y acreditación correspondientes.
Por su parte, si un paciente muere a manos de un médico calificado sin que medien circunstancias como mala praxis o negligencia no puede considerarse homicidio culposo.
Si bien la pena que se impone al homicidio negligente varía entre los distintos ordenamientos jurídicos, suele ser siempre menor a la que se impone por el delito de homicidio doloso, entendiendo que la antijuridicidad de la acción es menor cuando el resultado se produce sin intención de causar daño.