El hombre de la cueva del ciervo rojo (también llamado hombre de la cueva de los ciervos o más brevemente hombre del ciervo rojo) es el nombre dado a los individuos de la población prehistórica más reciente que no se asemeja a los humanos modernos.
[1] Los restos indican que cocinaban ciervos grandes en la cueva, y es esto lo que da nombre a la cueva y a la población de homínidos.
Se hallaron más restos humanos en excavaciones en torno a Maludong (cueva del ciervo rojo) en la provincia de Yunnan.
[4][5] En cuanto a Homo floresiensis, en la Isla de Flores, según las dataciones de 2016 se habría extinguido hace entre 60 000 y 100 000 años,[6] y no a los 18 000 años iniciales dados por los descubridores.
[2] Otros científicos han sugerido que las diferencias físicas observadas podrían ser simplemente fruto de la diversidad que se espera en las poblaciones humanas.