La pintura acompaña a Hombre en el baño, pintado por Caillebotte en el mismo año.
El cuadro es más estilizado y minimalista que su complementario o "acompañante": falta la alfombrilla al pie de la tina, así como también faltan las huellas mojadas que el hombre dejó a su paso al salir del baño.
En cuanto a Hombre en el baño, y también en su pendant Hombre secándose la pierna Caillebotte se aleja del desnudo académico y heroico en favor de un sujeto cotidiano, contemporáneo.
Norma Broude ha señalado cómo la pintura subvierte las expectativas del público sobre el sujeto, no solo al presentar una figura masculina y no femenina, sino también mostrándolo en un contexto de intimidad y vulnerabilidad.
[1] En ambos casos, la elección de modelo y género sugiere que Caillebotte da un paso hacia el realismo precisamente para alejarse del desnudo académico y mostrar otro modelo de masculinidad más verosímil.