375-210 a. C.) es el cadáver momificado de un hombre que data aproximadamente del siglo IV a. C., y que se cree que pertenecía a alguno de los pueblos escandinavos, en plena Edad de Hierro prerromana.
Mientras se disponían a extraer turba (una forma de carbón) de una turbera pantanosa, vieron un cuerpo flotando.
En un principio los tres campesinos daneses pensaron que el cuerpo pertenecía a un joven estudiante desaparecido en la zona por aquellas fechas y procedieron a dar aviso a la policía que, a su vez, realizó las gestiones para que el arqueólogo y director general de Museos y Antigüedades y del Museo Nacional de Copenhague, Peter Vilheim Glob (20 de febrero de 1911 - 20 de julio de 1985), examinara la momia.
El Hombre de Tollund se encontró en un buen estado de conservación, debido a la protección natural que le otorgó el hecho de haber quedado enterrado dentro de una turbera, aunque actualmente solo se conserva la cabeza del individuo, y los dos pies y un dedo que le fueron cortados para su mejor conservación, ya que en la época de su descubrimiento no se utilizaban las técnicas apropiadas para la conservación completa.
El cuerpo se encuentra depositado en el Museo de Silkeborg.