El cuerpo fue descubierto en el año 1900 por trabajadores en una turbera del lago Bourtange Moor, cerca de la localidad de Meppen, perteneciente a la región de Baja Sajonia, Alemania.
El Hombre de Neuversen se encontró en un buen estado de conservación debido a la protección natural que le otorgó el haber quedó enterrado dentro de una turbera.
El cuerpo se encuentra depositado en el Museo Provincial de Hannover.
A juzgar por las deformidades óseas, parece ser que “Franz el Pelirrojo” pasó gran parte de su vida a caballo.
Estudios recientes del cuerpo han determinado que sobrevivió a una herida de flecha, a la fractura de un hombro y que murió degollado.