Historia del atletismo en España

La historia del atletismo en España conocida se remonta al siglo XIX a la práctica de las carreras pedestres, donde eran populares sobre todo en Cataluña, Aragón y País Vasco, aunque las clasificaciones no eran publicadas en la prensa.

También en el año 1907 [cita requerida] se celebra en la Comunidad Valenciana, en concreto el 22 de diciembre, una prueba atlética, pionera en aquellos tiempos, ya que contaba por primera vez en esta comunidad con jueces y reglamentación, además los premios dejaban de ser conejos y pollos, para pasar a ser trofeos al uso.

En agosto del mismo año el mismo club organiza una carrera en la que debuta Pere Prat, un atleta al que descubrió Gibert cuando lo vio como en la frontera francesa le perseguían y no eran capaces de darle alcance aún a pesar de ir cargado con un bulto.

Este año Manuel Nogareda Barbudo en Barcelona comienza a sentar las bases y a buscar personalidades interesadas en fundar organismos que regulasen las normas y controlaran oficialmente los resultados, es decir las Federaciones de Atletismo.

En Barcelona, el 28 de febrero, en un circuito del Parque de la Ciudadela medido escrupulosamente, se hacen dos intentos de plusmarca española, uno en el 1500 m y el otro en la legua, consiguiéndose batir las marcas anteriores por Jaime Mestres con 4´33"3/5, y Adrián García con 19´50"2/5 respectivamente, a esta prueba se le da cierto carácter oficial levantándose un Acta firmada por un Jurado designado para vigilar la competición.

Se conocen actividades atléticas en Madrid, Barcelona, Bilbao, San Sebastián y Galicia.

[8]​ La Iglesia católica, muy influyente durante la dictadura de Francisco Franco, consideraba todavía a principios del siglo XX al deporte femenino como un auténtico escándalo.

En consecuencia, el atletismo femenino fue prohibido oficialmente por el régimen franquista hasta 1961, aunque niñas y jóvenes llevaban años practicando especialidades como carreras y saltos en las clases de Educación Física.

En 1966 tenían lugar en España los VIII Juegos Internacionales Femeninos de la FISEC (Federación Internacional Deportiva de la Enseñanza Católica), organizados por la Sección Femenina y donde participaron ocho países europeos, en los que el atletismo ya ocupó un lugar preponderante.