La historia de los judíos en las islas Canarias se remonta al siglo XV, cuando los judíos conversos se trasladaron a las islas desde la Península ibérica y que seguirían practicando su antigua religión, algunos de forma pública hasta su prohibición en 1492 y otros en secreto.
[6] Originalmente, los judíos canarios solían residir principalmente en las islas de Tenerife y La Palma.
[2] Se asentaron durante el siglo XV y XVI principalmente en las islas de realengo, donde fueron una minoría esencialmente urbana.
[1] Existió una mezcla con las principales familias del archipiélago, mimetizándose con la comunidad local y diluyendo sus costumbres.
Con la creación del tribunal estos grupos desaparecerán, algunos huirán y otros se adaptarán a la nueva coyuntura.
Esto aisló a la comunidad judía de las islas, que vieron sus opciones limitadas al archipiélago.