Su padre, Shunzō, era médico y se encontraba en Nagasaki estudiando medicina occidental en el momento de la Restauración Meiji.
Bajo el nuevo gobierno Meiji, su padre se convirtió en diplomático y participó en el Seikanron (un importante debate político sobre la invasión a Corea que tuvo lugar en 1873).
En 1895, publicó dos novelas que le permitieron alcanzar el reconocimiento literario: Hemeden y Kurotogake.
Fuertemente influenciado por la escritura gesaku del período Edo, sus historias albergan acontecimientos improbable o increíbles, melodramas y romanticismo.
Sus tramas se caracterizan por una progresión inexorable del protagonista a través de una serie de experiencias patéticas y miserables hacia la destrucción dictadas por un destino inflexible.