Es un sal originado del ácido hipofosforoso, encontrándose normalmente en forma de monohidrato, NaPO2H2·H2O.
Es sólido a la temperatura ambiente, presentándose como cristales blancos inodoros, solubles en agua.
El hipofosfito de sodio debe guardarse en un lugar fresco y seco, aislado de materiales oxidantes.
Se utiliza ampliamente en la industria electrónica, automotriz y aeroespacial entre otras.
[2] Los últimos requieren que el sustrato se active con finas partículas de paladio.