[2] Este síndrome tiene una prevalencia baja, afectando aproximadamente a 48/100000 nacidos vivos.
El cuadro clínico cursa habitualmente con la aparición de dolor de inicio brusco asociado a tumoración palpable en la zona del hueso afectado, no relacionado con traumatismos o sobreesfuerzos previos.
Los pacientes pueden presentar fiebre y alteraciones analíticas inespecíficas.
[2][3] El diagnóstico se realiza mediante la historia clínica y un estudio de radiología convencional.
[1][2][3] En la mayor parte de los casos la hiperostosis cortical infantil se resuelve espontáneamente, no precisando tratamiento médico o quirúrgico, salvo analgesia.