Hipólito Lázaro

Luego cantó Rigoletto, L'Africaine, Il trovatore, Carmen, Aida y Tosca.

Mascagni le hizo su tenor favorito, componiéndole el papel de Ugo en Parisina en 1913 en La Scala.

Como protegido de Mascagni fue el tenor del verismo por excelencia, viajando a cantar al Teatro Colón de Buenos Aires entre 1915 y 1922, donde protagonizó La fanciulla del West, Manon Lescaut, Tosca, Il piccolo Marat, La Gioconda, Cavalleria rusticana, Isabeau, Manon, La bohème, Francesca da Rimini, Iris, Aida y La Dolores, y en Nueva York (Madama Butterfly, 1920), La Habana, Porto Alegre (I puritani) y Río de Janeiro, donde cantó Tannhäuser en 1914.

En 1918 debutó en la Metropolitan Opera House como el Duque de Rigoletto con un éxito formidable, como destacó la portada del periódico New York Herald: «Spanish tenor makes a hit in Rigoletto».

En 1924 estrenó en la Scala, La cena delle beffe, de Giordano, dirigido por Arturo Toscanini.

La esposa de Hipólito Lázaro le coloca la Gran Cruz de Alfonso XII en el Teatro Real de Madrid. 1922. [ 1 ]