La construcción de este escenario, planificado por el arquitecto Álvaro Hermida, de un lado por su fisonomía, la arquitectura moderna de sus constitutivos, como la edificación principal, con los ordenados ventanales del contorno, el piso en granito, las imponentes columnas y las escaleras que en el hall, parten hacia ambos lados para llegar a una segunda planta, al área de apuestas, más los salones de la planta baja, al club hípico, sin olvidar el tercero y último piso, desde cuyos palcos se dimensionan los techos largos y con concavidades regulares que cubren las tribunas de este módulo y del ubicado a su derecha, dos tribunas menores.
Siendo su primer gerente el médico Jenaro Rico y subgerente director de Carreras Guillermo Aya Villaveces, Posteriormente, se vincularon a la sociedad, hípicos como Enrique Ancízar Sordo y Luis Restrepo Uribe.
A partir de esta reunión el juego del "5 y 6" (apuesta que consistía en acertar 5 o 6 válidas señaladas de antemano en el programa), se empezó a hacer popular, tan así que se convirtió en un artículo más de la canasta familiar; sellado, como mínimo, a 2 pesos.
En la reunión inaugural del Hipódromo de Techo, Triguero (Le Volcán y Triguera) ganó el clásico "República de Chile" un caballo nacional que más tarde se convertiría en leyenda sin duda alguna, montado por Oscar Mazuera, entrenado por Marco A. Fajardo y criado en el haras Potrero Grande, ubicado en Soacha (Cundinamarca) se adjudicó la primera Triple Corona colombiana (Polla de Potrillos, el Derby colombiano y Gran Premio Nacional), su propietaria era doña Magdalena Torres de Rico.
Era tan popular Triguero, que su fama, permitió al Periodista Daniel Samper Pizano, escribir desde España la novela "Jota, caballo y rey", en homenaje a este fenómeno de la Hípica colombiana.