[3][4] Si bien es claro que todas las competiciones y eventos deportivos tienen barras, las más conocidas son las formadas por los aficionados al fútbol en apoyo a un equipo en particular, dado que el fútbol es el deporte más popular en la mayor parte de los países de habla castellana.
El término hinchada es el más utilizado en España, Argentina, Bolivia, Colombia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay; afición en Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua; torcida en Brasil y fanaticada en Venezuela.
En España, se utilizan los términos hinchada y ultra para referirse al mismo concepto.
Por tal motivo, la existencia de barras organizadas ha dado paso a la violencia entre rivales.
Las prácticas violentas según los hinchas responden a una lucha de honor del club contra el adversario; cuestiones que no se pueden debatir en el campo sino mediante la pelea cuerpo a cuerpo en las gradas o en las afueras del estadio.
«El club y el barrio funcionan, en el imaginario de los hinchas, como pares indiscutibles», dice Garriga.
En estos se ve como algo positivo los hombres grandes y de «buen lomo» e incluso la gordura.
Cada hinchada tiene su propia organización en la cual se decide dónde reunirse antes de los partidos, qué cantarán en el partido, cómo se van a transportar los hinchas al estadio y cómo van a colocar las banderas en el estadio.