Ildeprando prefirió huir a Roma antes que dar la bienvenida a los francos e hizo pleito homenaje al papa Adriano I.
Sin embargo, la controversia entre Carlomagno y Adriano permitió que aquel sometiese el ducado a su autoridad durante los años siguientes.
Llevó consigo regalos y se fue con la promesa de que el rey protegería sus intereses frente al papa.
En 788, se unió a las huestes francas y lombardas que se enfrentaron a los bizantinos que trataban de invadir la región.
Murió al año siguiente y le sucedió en el ducado un franco, Winigiso.